• El portavoz de los populares acusa a los socialistas de haberse “convertido en el problema” por comprar la investidura con una ley de amnistía negociada por “un corrupto que hoy ha dormido en Soto del Real, con un prófugo de la justicia”
“En Cataluña vivimos en el día de la marmota, es triste que un año después de la investidura de Illa solo podamos hablar de cesiones a los independentistas y corrupción”. De ese modo se ha dirigido el portavoz del Partido Popular (PP) en el Parlament de Cataluña, Juan Fernández, al conseller de la Presidencia para afearle que su entrada en el Govern no ha supuesto ningún cambio para los catalanes, sino que ha acelerado el “desmantelamiento del Estado en Cataluña” toda vez que el PSC actúa “a las órdenes de los independentistas”.
Durante su intervención, Fernández ha recordado que el president Illa afirmaba “ni amnistía ni nada de eso” antes que los socialistas necesitaran los votos de los independentistas para “comprar el poder a cambio de impunidad”. Una ley, la de amnistía, que negoció “un corrupto que ha dormido esta noche en Soto del Real, con un prófugo de la justicia”, y todo ello para forzar que Pedro Sánchez llegara a la Moncloa. Por todo ello, a Fernández no le ha temblado el pulso al acusar al Partido Socialista de haberse “convertido en el problema”, tanto por premiar con la amnistía a los líderes del procés como por pedir “la rápida vuelta de Puigdemont, el mayor responsable de la división y la decadencia en Catalunya”.
El portavoz de los populares ha recriminado al PSC que intenten vender la amnistía como una muestra de reconciliación, “porque es falso”. De hecho, Fernández ha asegurado que si el procés terminó, es porque “hubo un gobierno valiente que restableció el orden constitucional frente a los que querían dar un golpe a la democracia, el poder judicial aplicó la ley y encausó a quien la incumplió, la mayoría silenciosa salió a la calle el 8 de octubre de 2017 i los partidos independentistas perdieron la mayoría en el Parlament”, precisamente todo lo contrario de lo hecho por el partido socialista al enviar a Santos Cerdán a negociar la amnistía con Puigdemont para comprar la investidura de Pedro Sánchez.